Flor De Sal
Earth-driven, future-focused
La flor de sal que usamos nace en Colima, en uno de los procesos más antiguos y sagrados de la costa del Pacífico mexicano. Es la delicadísima capa que flota sobre las eras de cristalización justo antes de que se formen los granos de sal: un instante efímero, casi mágico, donde el océano deja su huella más pura. Su cosecha es un acto de paciencia y tradición —solo ocurre en abril y mayo, cuando el sol, el viento y la salina se alinean para permitir que esta película cristalina pueda ser levantada a mano. Después, se deja secar durante un año entero, lo que concentra sus minerales y le da un carácter que no puede fabricarse ni acelerarse.
Built from the ground up
El resultado es una flor de sal gourmet, 100% natural, con 30% menos sodio, pero rica en oligoelementos que elevan el agua y le devuelven un perfil mineral auténtico. Un ingrediente tan raro que depende más del clima que del hombre, y tan puro que cuenta con certificaciones Kosher, OMRI y FDA. Es el tipo de sal que no se elige: se merece. Y por eso es la que mineraliza Agüita Nomas.